miércoles, 5 de junio de 2019

Visibilizarnos y militar como personas LGBT+ en el deporte

 ¿Por qué será que muchos grupos deportivos LGBT+ no visibilizan activismo ni inclusión?




Es una pregunta que me hacen muchxs compañerxs de militancia LGBT+, como si yo tuviera la respuesta porque alguna vez estuve allí.
Puedo afirmar que en la etapa DAG (Deportistas Argentinos Gays) entre 1997 y 1998 (que fue cuando estuve) nuestro trabajo era el de incluir, el de visibilizar que hacíamos fútbol –primero- y tenis-después-, y al mismo tiempo nuestro compromiso era de activismo constante: mostrábamos que éramos gays y militábamos eso. No existían las redes como hoy, pero en todos los lugares que podíamos (incluso en tantos medios que nos entrevistaban: Tinelli, Susana, TyC, por citar tres de trascendencia) hablábamos de la importancia de visibilizarnos como LGBT+, de visibilizar que hacíamos deporte, de denunciar persecuciones, el machismo imperante, la discriminación constante.
Cuando volví a la DAG, me sumé a Los Dogos, en 2007, y hasta que estuve –principios de 2011-, siempre (ya con las redes a pleno) volvimos a visibilizar todo lo detallado anteriormente, y nos posicionamos políticamente en no acompañar a nadie que nos discriminara o ninguneara: de hecho hubo una interna porque se tomó la determinación de no acompañar una “distinción” que nos harían por participar en los Gay Games de Alemania 2010 por parte del Gobierno de la Ciudad, que nos “premiaba”, pero había sacado la posibilidad de que entrenáramos en el parque Sarmiento, como veníamos haciéndolo, desde que Macri había asumido como jefe de Gobierno porteño.



Lo que le digo a mis compas es que no sucede eso con todos los grupos, pero es verdad que al repasar sus posteos en redes observamos que:
- caso 1: solo ponen fotos de sus equipos o con trofeos o tablas de posiciones y ni un flyer o una manifestación de visibilidad, de trabajo, de militancia,
- caso 2: postean imágenes de grandes deportistas en distintas disciplinas, consagradxs en lo que han hecho o en lo que hacen, pero que nada tienen que ver con los LGBT+, incluso en muchos casos son deportistas que sabemos bien que siempre han preferido permanecer en el armario (y es altamente respetable),
- caso 3: muchxs referentes que son los que comandan esos grupos postean fotos de lo que hacen con sus grupos o equipos en sus redes personales y nada en las de sus grupos y/o equipos, lo que invisibiliza aún más lo que hacen como organización/grupo/equipo,
- caso 4: jamás participan en actividades, marchas y denuncias: un claro ejemplo fue la marcha por el ataque al jugador de rugby de Ciervos Pampas, solo vimos a dos y no más integrantes/referentes de algún grupo deportivo LGBT+ (que son lxs mismos activistas de siempre). Claro, era un sábado y había que descansar…,
- caso 5: en muchas actividades deportivas en las que participan, jamás hay una bandera o un cartel que identifique que el equipo es LGBT+. Sabemos que hay mucha violencia, claro, pero la única manera de terminar con ella es visibilizando lo que se hace y no que el grupo/equipo se quede en un armario de la nada,
- caso 6: se matan por viajar a competir en el exterior y es como si fueran a pasear. Ni una bandera del arcoíris, ni un gesto de «acá estamos, somos visibles»; en el caso de los gays, (ni una mariconada) intetan pasar como hombres cis heteros bien machitos,
- caso 7: hay muchxs que solo son referentes para la foto, cuando hay medios o hay una actividad en algún lugar importante, pero cuando hay que arremangarse, nunca están.




Podría seguir enumerando casos, pero estas referencias son más que suficientes, de acuerdo a lo que me tiraron alrededor de diez compañerxs de activismo LGBT+ que siguen preguntándose ¿por qué no visibilizan activismo?, ¿qué buscan al integrar estos equipos/grupos, un trampolín a algo?
Estaré viejo (aunque un amigo me dijo poné: "Mi experiencia y años de trayectoria militante", JAAAAA!!!!! ¡No!: viejo), la militancia actual es distinta, no lo sé. Más viejo estoy, la militancia claro que es distinta. Ya no nos persiguen como en los 90, hay múltiples grupos deportivos en el país -debo seguir destacando la iniciativa de Club Osos de Buenos Aires, AADD (Asociación Argentina de Deportistas por la Diversidad con Los Dogos), GAPEF (Gay Apasionados por el Fútbol y su liga), Yaguaretés, ADAPLI (Asociación Deportista Amatheur Por La Inclusión), Huarpes, SAFG (Selección de Futbolistas Gay de la República Argentina con Los Toros), Lobitos del Río, Lobos Marinos, Ciervos Pampas, STLQEB (Ser todo lo que está bien), La Fulana, Zorros MDQ, Eva tiene dos Mamás, Fútbol Trans Mixto- que se animan a trabajar por más inclusión en el deporte, hay leyes que garantizan lo que antes era imposible. Pero la resistencia estaba y aún está en muchxs compañerxs que no claudican y le meten militancia y visibilidad porque es la única manera de defender lo conquistado y de luchar por lo que falta.
Quería dejar esta reflexión para ver si a algunxs se les prende la lamparita y, como expresó en un encuentro LGBT+ la compañera lesbiana Claudia Castro, empiezan a militar las redes con activismo LGBT+, con compromiso constante, con actitud política, en vez de tantas selfies repetitivas porque a nuestrxs compañerxs lxs siguen violentando, discriminando, excluyendo en todo, incluso en el deporte por ser diferente, por ser LGBT+, por intentar ser par aún en las diferencias.

Diego TL



El mural

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