viernes, 6 de septiembre de 2019

El mural

 La foto es de 1996, donde estaba la sede del Grupo Nexo, la redacción de la revista NX, periodismo gay para todos, y la oficina de Gays por los Derechos Civiles, que coordinaba Carlos Jáuregui, donde yo militaba.



Ese espacio, en la calle Virrey Cevallos, a cien metros del Departamento Central de Policía, donde varias veces nos manifestamos en la puerta para reclamar el cese de las razias que nos hacían permanentemente en bares, boliches y otros lugares de la comunidad LGBT+, siempre estaba transitado por activistas y por tanta gente que solicitaba asesoramiento o que quería animarse a visibilizar su identidad. Hacíamos talleres, encuentros, reuniones, o simplemente recibíamos visitas.


En un patio cubierto había una escalera que conectaba con una habitación donde Carlos dormía.


Una tarde, como tantas en las que nos visitaba, porque vivía cerca, apareció Lohana Berkins.

Yo, Diego Tedeschi Loisa, andaba con una cámara que me había regalado Carlos Mendes, director editorial de NX, cuando se compró una mejor. Así que feliz, le sacaba foto a todo y a todxs. Muchas de esas fotos, sin ser un profesional, pero sí un instantáneo, aparecieron en las páginas de la revista, donde era redactor.


Esa tarde, Carlos estaba medio apagado, sería el mes de marzo o de abril, y cuando apareció yo estaba con Lohana. Así que les dije, esperen que les saco una foto. Si le prestan atención, Lohana estaba radiante, Carlos fingía una sonrisa: siempre le sacaba fotos y siempre hacía un gesto que jamás podría describirles, como de fastidio y de alegría al mismo tiempo por ser retratado.


Así que disparé la foto, que para verla tuvimos que esperar a terminar el rollo y revelarla: estamos hablando de 1996. Y seguimos con lo que había que hacer. Tengo una con Lohana, de ese mismo día, que seguramente la tomó Carlos. De ese día no tengo con él, porque siempre nos sacábamos, pero su aspecto no era el mejor para estar molestándolo tanto. Estaba frágil, algo que cambiaría rotundamente un mes y medio después cuando esperáramos a definir la V Marcha del Orgullo, en la estuvo a pleno –porque se transformaba totalmente–, y posteriormente escribió su última nota para la revista en la que cerraba diciendo: “Ya no hay muerte que nos venza. Nunca”.


Esta foto es eso, el reflejo de la grandeza de dos queridxs militantes, a quienes amé, con quienes compartí tanto –uso doble apellido para firmar mis escritos por culpa de Lohana que me llamaba “Tedeschi Losa, mi marido gay que no me da bolilla”–, de quienes aprendí sobre las diferencias, sobre aceptar a cada cual como dice que es.




Gracias por mantener la memoria de estas dos almas que han signado un camino de activismo y que desde este mural serán un espejo para que las nuevas generaciones sepan que lo que conseguimos es porque Carlos y Lohana, como Nadia Echazú y Claudia Pía Baudracco, que ya no están, y tantxs otrxs militantes, se animaron a hacer la diferencia desde la visibilidad y desde la lucha constante.


Felicitaciones a les compas de Mesa de Diversidad Ensenada por impulsar este Mural por el Orgullo TLGBI, a las autoridades de la Municipalidad, a la Subsecretaría de Derechos Humanos de Ensenada, al compañero Mario Secco, y a todxs lxs presentes.


Lo que no se nombra no existe y lo que no existe no tiene identidad, no b tiene derechos. Estas paredes hablan, nombran, reflejan visibilidad.


Diego TL


El mural

  La foto es de 1996, donde estaba la sede del Grupo Nexo, la redacción de la revista NX, periodismo gay para todos, y la oficina de Gays po...